*Porque quiero que sepáis qué gran lucha tengo por vosotros y por los que están en Laodicea, y por todos los que no me han visto en persona, para que sean alentados sus corazones, y unidos en amor, alcancen todas las riquezas que proceden de una plena seguridad de comprensión, resultando en un verdadero conocimiento del misterio de Dios, es decir, de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. Esto lo digo para que nadie os engañe con razonamientos persuasivos. Porque aunque estoy ausente en el cuerpo, sin embargo estoy con vosotros en espíritu, regocijándome al ver vuestra buena disciplina y la estabilidad de vuestra fe en Cristo. Por tanto, de la manera que recibisteis a Cristo Jesús el Señor, así andad en El; firmemente arraigados y edificados en El y confirmados en vuestra fe, tal como fuisteis instruidos, rebosando de gratitud.*
Colosenses 2:1-7 LBLA
Al leer este pasaje hay varias cosas que pueden llamarnos la atención y ayudarnos a comprender lo que Pablo está transmitiendo.
*El amor de Pablo*: los hermanos no le conocen, nunca le han visto en persona, ni Pablo a ellos (solo a Epafras), pero hay un amor genuino, apasionado que se preocupa por ellos, de la misma manera en la que un padre se preocupa por un hijo que tiene lejos, y que sabe está pasando un momento difícil. La relación de Pablo con los colosenses no es sanguínea sino espiritual, son de la familia de Cristo.
*El peligro que corren los colosenses*: los hermanos corrían el peligro de ser engañados por filosofías extrañas, pero el riesgo mayor era que esas filosofías nublaran su entendimiento para el conocimiento de Cristo (en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento).
*Estar firmes en Él*: para ellos, como para nosotros hoy, existía una sola manera de no ser víctimas de los que con razonamientos persuasivos pretendían engañarlos, una sola manera de seguir firmes en la Verdad. Y era (y es) estar cimentados, arraigados y afirmados en el Único que es la Eterna Roca Inconmovible!
Dios nos bendiga para cada día fijar nuestros ojos en Jesús!