Correr por delante o quedarse atrás
En nuestra prisa por ver resultados, podemos encontrarnos superando a Dios. Por el contrario, cuando es el momento adecuado para la acción, podríamos retrasarnos. A través de las relaciones de confianza que Jesús construyó con sus discípulos, pudo darles forma, corregirlos o instarlos según fuera necesario. Él hace lo mismo por nosotros hoy. Como líderes que siguen a Jesús, necesitamos mantener el ritmo tanto con Él como con aquellos en nuestras esferas de liderazgo. ¿Dónde podrías estar corriendo delante o rezagado detrás de Jesús y otros?
Iban por el camino subiendo a Jerusalén; y Jesús iba delante, y ellos se asombraron, y le seguían con miedo. Entonces volviendo a tomar a los doce aparte, les comenzó a decir las cosas que le habían de acontecer: —Marco 10:32
Oración:
Jesús, guíame. Déjame mantenerte en sintonía contigo y con quienes me has llamado a liderar. Ayúdame a no adelantarme o retrasarme. Pido en tu nombre, amén.