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¿Por qué un Noviazgo Biblico?

todayseptiembre 17, 2022 379

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Si eres soltero es muy posible que el tema del noviazgo este dando vueltas en tu mente, yo te confieso que este fue mi fiel compañero en casi todo mi tiempo de soltería. Yo me preguntaba: ¿Y cómo podré estar seguro de que mi novia será la voluntad de Dios para mi vida? ¿Será que las Escrituras contienen principios que me pueden librar de un mal noviazgo, y a la vez guiarme para desarrollar un buen noviazgo?
Y la respuesta fue si, pues en Romanos 12:2b, la misma Escritura nos dice que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta.

Así que, partiendo de esta verdad, te propongo los siguientes principios bíblicos como aquellos que tienen el poder para conducirte por las sendas de un noviazgo verdaderamente bueno, agradable y conforme al propósito de Dios.

Sin embargo, antes de darte las razones quiero mostrarte los tres principios Escriturales que me condujeron a elaborar un concepto bíblico del noviazgo. Estos fueron inspirados en las maneras en que el enamorado del Cantar de los cantares le llama a su enamorada.

En Cantares 5:2, Él le llama: “…hermana mía, amiga mía…” y en Cantares 4:12, le llama: “…esposa mía…” y basándonos en estos tres tipos de relaciones consideraremos el aporte que el resto de las Escrituras nos dan a fin de formular nuestro concepto bíblico de noviazgo.

Principios bíblicos sobre el noviazgo.
El Primer principio es:

I. HERMANA MÍA: Cantares 5:2, “…Ábreme, hermana mía, amiga mía…”

Este principio contiene dos conceptos principales.
Por un lado, significa que debes escoger a tu futura novia o novio de entre la familia de la fe, es decir, dentro del pueblo de Jesucristo.
Esta idea podemos encontrarla en la práctica de los patriarcas Abraham e Isaac. Pues en Genesis 24:4, Abraham juramentó a su siervo para que le buscara esposa a su hijo Isaac dentro de su familia; Y en Genesis 28:1 y 2, tenemos a Isaac ordenándole a su hijo Jacob hacer lo mismo.
La misma idea la tenemos en Éxodos 34:16, y Deuteronomio 7:3, cuando Dios le prohíbe a los hombres y padres de Israel no casarse, ni dar en casamiento a sus hijas a hombres fuera del pueblo de Dios.
Además, lo contemplamos en las consecuencias que sufrieron los que desobedecieron este mandamiento en el Antiguo Testamento. Citando algunos puedo mencionar como Sansón perdió sus ojos, dignidad, y vida por unirse a la filistea Dalila, Jueces16:21, 25, 30; Salomón cometió idolatría por seguir a sus esposas no israelitas, Primero de Reyes 11:3; y veinticuatro mil perdieron su vida como castigo de Dios por fornicar con mujeres moabitas. Números 25 1 al 9.

Finalmente lo vemos en Segunda a los Corintios 6:14 al 18, donde el apóstol Pablo le ordena a la iglesia corintia no unirse con los incrédulos en asociaciones desiguales. Y tener una novia no cristiana es una asociación desigual.
Por otro lado, este principio significa que debes tratar a tu futura novia o novio asimismo como tratas a tu hermana de sangre.
¿A que me refiero? Fíjate en lo que enseña Primera a Timoteo 5:2:
“Trata a las mujeres mayores como lo harías con tu madre y trata a las jóvenes como a tus propias hermanas, con toda pureza”.

En el contexto de esta enseñanza tenemos a Pablo instruyendo a Timoteo con el propósito de que supiera como conducirse en la iglesia. Es aquí que le enseña cómo debe tratar a los ancianos, ancianas, jóvenes y jovencitas. Y hablando de las ultimas, le dice que debe tratarlas como a sus propias hermanas, y tal vez te preguntaras: ¿Qué significa esto? Lo que esto significa es que de la misma manera en que tratas a tus hermanas de sangre, asimismo debes tratar a tus hermanas en la fe, aunque ella se llame tu novia o tu novio.

Es decir, así como no besas en la boca, ni acaricias sexualmente a tu hermana o hermano de sangre, así tampoco puedes hacerlo con tu hermana o hermano en la fe, aunque ellos sean tu novia o novio. Y no debemos pasar por alto, la interpretación que el mismo Pablo hace sobre que es tratar a una hermana en la fe como hermana de sangre, pues él dice que significa tratarlas “…con toda pureza…” ¿Y joven piensas que besos en la boca y caricias en el cuerpo te estimularan a algo puro fuera del matrimonio?

Recientemente una jovencita que abandonó esta práctica me dijo: “…luego que terminaba de besar a mi novio me sentía sucia por todos los pensamientos y deseos que quería realizar con él en el momento en que lo besaba…” Así que, en vista de estas cosas, cuando vayas a escoger a tu futura novia o novio procura hacerlo dentro del pueblo de Dios y para la gloria de Dios en el vínculo de la pureza.

El segundo principio es:

II. AMIGA MÍA: Cantares 5:2 “…hermana mía, amiga mía…”

Este principio se refiere a que antes de ser tu novia primero él o ella debe ser tu amiga o amigo. Proverbios 18:4, dice: “El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano.” Es decir, que la relación de hermanos puede ser superada por la relación de amigos, pues como dice el verso el vínculo de la amistad puede llegar a ser más cercano que el vínculo de hermanos de sangre.

De manera que crecer en amistad tiene el poder de conducir a dos a un vínculo cada vez más cercano donde tanto el uno como el otro llegan a contar con el conocimiento que necesitan para evaluar a la luz de la Escritura si es la persona que Dios quiere para ambos.

Ahora bien, ¿Cómo podemos crecer en amistad con la persona que pensamos puede ser mi futura novia o novio? En San Juan 15:15, Jesús dijo: “Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.” Según este verso la razón por la que Jesús puede llamarle amigos a sus discípulos es porque le había dado a conocer todas las cosas que había oído de su Padre. De manera, que la amistad entre dos personas se cultiva cuando ambos se comparten sus planes, sus luchas, anhelos y otras cosas más que pueden ser compartidas en el vínculo de la prudencia.

Es siguiendo este principio donde dos personas pueden ir afirmando o no, y sin ningún tipo de compromiso su interés el uno por el otro. Es allí donde podemos notar si es la voluntad de Dios que la relación se quede hasta allí o avance a otro nivel. Y el siguiente nivel es la formalización de su noviazgo, donde después de estar convencido y buscado consejería calificada le preguntas a tu candidato o candidata, si piensa que Dios quiere que sea su novia o novia. Si la respuesta es sí, entonces esto significa que ambos comenzarán a prepararse de manera intencional para la celebración de la boda.

Lo que nos lleva al tercer principio:

ESPOSA MÍA: Cantares 4:12, “…esposa mía…”

Y en este principio lo que queremos enfatizar es que el noviazgo no es algo en la cual pactamos solo para pasar el tiempo libre, sino que es el tipo de relación donde intencionalmente buscamos preparar todo lo que sea necesario para conformar un nuevo hogar en una nueva casa apartada del vínculo de los padres, tal como lo encontramos en Genesis 2:24.
Resultaría muy bueno mencionar que el concepto “novia” y “novio” que encontramos en la biblia es muy diferente al concepto popular que este mundo ha abrazado.

Pues todas las veces que la biblia nos habla de estos términos los mismos son usados para hacer referencia a las personas que están en sus vestidos de bodas en el día de su casamiento. Isaías 49:18; Isaías 61:10; Joel 2:16.
De manera que el concepto de dos novios que solo se juntan para pasar el tiempo, sin miras a llegar a una pronta fecha de matrimonio no es bíblica sino del mundo, y el mandamiento que tenemos en Romanos 12:2a, es a no tomar la forma del mundo. Recordemos que solo podemos contar con la bendición de Dios en nuestros noviazgos y futuros matrimonios si nos conducimos conforme a los principios bíblicos que encontramos en la Palabra de Dios.

 

Ahora después de haber definido el concepto “noviazgo bíblico” las razones por la que debemos seguir estos principios son casi obvios, pero te los enumero a continuación:

¿Por qué un noviazgo bíblico?

1. Porque nos proveen de un santo y amplio limite donde podemos y debemos escoger a nuestros novias o novios. La iglesia de Jesucristo en todo el mundo.

2. Porque nos proveen de un camino que nos conduce por las sendas de la castidad, y que nos libra de siquiera empezar a dar rienda suelta a las fantasías pecaminosas contra la cual luchamos en este mundo. Pues donde se procura la pureza se rechaza lo que es impuro.

3. Porque nos permiten transitar por el camino del verdadero amor al prójimo, lo cual se manifiesta en la búsqueda de conocer las luchas, cargas, y anhelos de quien pensamos puede llegar a ser nuestra novia o novio, para interceder por ellos y hacer lo que podemos hacer para ayudarles a cumplir sus metas y sueños en la vida. Pues al relacionarnos como amigos no buscamos lo nuestro propio, sino que velamos por los intereses de ellos.

4. Porque nos instruyen sobre la forma que debemos seguir para agradar a Dios en nuestra juventud, en nuestra soltería, noviazgos y futuros matrimonios.

Por lo tanto, a la luz de estos principios y razones te invito a evaluar si la cosmovisión que has abrazado acerca del noviazgo es bíblica o se conforma a la corriente de este siglo.

Y si tu respuesta no es bíblica te animo a renovar tu mente conforme a esta enseñanza.

Gracia y Paz.

Escrito por Juan Francisco Tejeda

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