El silencio que buscamos
El silencio puede ser una mercancía preciosa en nuestro mundo. Los titulares y las noticias nos encuentran donde sea que estemos. Las alertas de emergencia destruyen el tiempo familiar, mientras que los plazos nos empujan hacia adelante. El silencio puede ser difícil de construir en nuestras vidas. Algunos podrían ver el silencio como el vacío. Pero para aquellos que siguen a Jesús, el silencio no es un escape sin sentido. Y ciertamente no está vacío. Nuestro silencio está preñado de expectativa. Calmamos nuestras mentes para escuchar su voz. No ignoramos nuestras dificultades, sino que las distribuimos para vivir y escuchar a Dios. Nuestro silencio está lleno de su presencia, sabiduría y paz.
Él dice: “Quédate quieto y sabe que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones, seré exaltado en la tierra “. – Salmo 46:10
Oración: Señor, llévame a ti. Trae paz … orden … perspectiva. Déjame experimentar la plenitud de tu presencia, la realidad de tu amor. Reemplace los disturbios con confianza en quién es usted. En el nombre de Jesús, amén.