Servir pacientemente
La paciencia de Jesús con la gente es notable. Considere la frecuencia con la que las multitudes malinterpretaron sus enseñanzas y acciones. Piense en los continuos intentos de desacreditarlo. La persecución de los líderes religiosos. Las falsas acusaciones. Su círculo íntimo está discutiendo sobre cuál de ellos era el mayor, incluso mientras se preparaba para dar la vida por ellos. ¡Habla de paciencia! Habla de alguien que nos ama y trabaja con nosotros en nuestras debilidades. Jesús nos muestra el camino, y sabemos por experiencia personal la diferencia que hace. ¿De qué maneras puedes ir y hacer lo mismo hoy?
Como siervos de Dios, nos encomendamos a nosotros mismos en todo: con gran paciencia; en problemas, dificultades y angustias. . . en pureza, comprensión, paciencia y bondad; en el Espíritu Santo y en amor sincero. – 2 Corintios 6: 4, 6
Oración:
Jesús, tu paciencia con nosotros — conmigo — es humillante. Gracias por venir a vivir conmigo en mi debilidad. Ayúdame a amar y servir con paciencia a los que me rodean en Tu nombre. Amén.