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En Gracia y Sabiduría

Amar a Dios en mi prójimo

todayabril 22, 2022 95

Fondo
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Lectura: Lucas 10:25-37 (LBLA)

Y he aquí, cierto intérprete de la ley se levantó, y para ponerle a prueba dijo: Maestro, ¿Qué haré para heredar la vida eterna? Y Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella? Respondiendo él, dijo: AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODA TU FUERZA, Y CON TODA TU MENTE; Y A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO. Entonces Jesús le dijo: Has respondido correctamente; HAZ ESTO Y VIVIRÁS. Pero queriendo él justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo? Respondiendo Jesús, dijo: Cierto hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, los cuales después de despojarlo y de darle golpes, se fueron, dejándolo medio muerto. Por casualidad cierto sacerdote bajaba por aquel camino, y cuando lo vio, pasó por el otro lado del camino. Del mismo modo, también un levita, cuando llegó al lugar y lo vio, pasó por el otro lado del camino. Pero cierto samaritano, que iba de viaje, llegó adonde él estaba; y cuando lo vio, tuvo compasión, y acercándose, le vendó sus heridas, derramando aceite y vino sobre ellas; y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón y lo cuidó. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al mesonero, y dijo: «Cuídalo, y todo lo demás que gastes, cuando yo regrese te lo pagaré». ¿Cuál de estos tres piensas tú que demostró ser prójimo del que cayó en manos de los salteadores? Y él dijo: El que tuvo misericordia de él. Y Jesús le dijo: Ve y haz tú lo mismo. www.lbla.com

Todos hemos escuchado la parábola del buen samaritano. Hay mucho que aprender acerca del Reino de Dios allí.

El origen de esta enseñanza de Jesús es una pregunta, de la boca de un intérprete de la Ley.

La pregunta es acerca de qué hacer para heredar la vida eterna. Y Jesús, que conoce que la intención del samaritano es ponerlo a prueba, le responde: ¿Qué dice la ley?.

Bien contesta el intérprete cuando resume la ley en amar a Dios y al prójimo.

-Bueno, anda y hazlo – dice el Señor. Ama, dice Jesús, ama a Dios, ama a tu prójimo.

¿Y cómo? ¿Quién es mi prójimo? ¿A quienes tengo que amar? ¿Y a quienes puedo NO amar?

Y Jesús cuenta esta parábola en la que los expertos en la Ley trataron al herido como un tema de discusión; los ladrones, como un objeto de explotación; los sacerdotes, como un problema a evitar; y el levita como un objeto de curiosidad. Sólo el samaritano lo trató como una persona a la que se debía amar. (Biblia Diario Vivir)

¿Y qué aprendemos entonces? Tres principios acerca de lo que significa el amor al prójimo: (1) la carencia de amor es a menudo fácil de justificar a pesar de que nunca es buena; (2) nuestro prójimo es cualquiera que esté en necesidad, sin importar raza, credo ni procedencia social; y (3) amor significa hacer algo para suplir la necesidad de alguien. No importa dónde viva, hay gente necesitada a su alrededor. No hay razón justificada para negarse a brindar ayuda.

La respuesta de Jesús es sencilla de entender. Amamos a Dios amando a nuestro prójimo, y nuestro prójimo es cualquiera que esté en necesidad.

La Ley del Evangelio es el Amor, y en él, aprendemos que amar a Dios es amar a nuestro amigo, y también a nuestro enemigo. Y esto ya no es tan sencillo. Por eso es necesario nacer de nuevo. Solo así vemos al otro con los ojos de Cristo, solo así vemos al otro como nuestro prójimo.

 

PARA PENSAR: Sabemos que Dios nos llama a amar, es un concepto bien básico. Pero, ¿Cómo se manifiesta ese amor en nuestra relación con los demás? ¡El Señor nos ayude a amar!

Sebastian Winkler (213)

Sebastián Winkler. Discípulo de Jesús, esposo de Karina y papá de Julia y Emilia. Profesor de Lengua y Literatura. Estudia la diplomatura en Biblia y Teología en el Instituo de Expositores de Argentina. Sirve en la Iglesia Bíblica Lincoln; colabora en Soldados de Jesucristo y es el autor del blog: engraciaysabiduria.com

Escrito por Sebastian Winkler

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