”Tan necesario como el aire”
Escrito por Sebastian Winkler el 04/26/2022
Lectura: Lucas 11:1-4 (LBLA)
Y aconteció que estando Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó también a sus discípulos. Y aconteció que estando Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó también a sus discípulos. Y Él les dijo: Cuando oréis, decid: «Padre, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Danos hoy el pan nuestro de cada día. Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación». www.lbla.com
En forma breve Lucas nos cuenta cómo el Señor Jesús responde al requerimiento de sus discípulos, que le piden les enseñe a orar.
Al leer estos cuatro versículos tenemos mucho en qué pensar.
Los discípulos oran porque ven a Jesús orar: el pasaje nos dice que la pregunta viene inmediatamente después de la oración de Jesús. Ellos ven a Jesús orar, todo el tiempo. Ellos se dan cuenta de que la oración es, no solo necesaria, sino absolutamente necesaria.
¿Qué pedimos a Dios en oración? Todo.
Primeramente a Dios mismo: Santificado seas Señor, Venga Tu Reino. Te necesitamos a ti, tu Gloria, Tu Reino en nuestras vidas. Conocerte, amarte, adorarte, glorificarte. Cuando oramos así reconocemos que nuestra primer y mayor necesidad es Dios mismo.
Pedimos sustento: Al pedir el pan reconocemos que nuestras vidas están en sus manos, y agradecemos por su cuidado.
Pedimos gracia: Pedimos al Dios Santo que nos mire con gracia y misericordia, y que nos dé esa gracia tan abundantemente que podamos extenderla a otros.
Pedimos santidad: Pedimos al Señor que nos guarde de nuestra propia inclinación al pecado.
PARA PENSAR: Cuando oramos estamos reconociendo nuestra necesidad, nuestra insuficiencia, nuestra dependencia. ¡Oremos más!