Crea en mí, oh Dios, un corazón. Limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mi.
Salmo 51:10
Dios no solo tiene el poder de limpiarnos de nuestros pecados cuando nos arrepentimos, él también está dispuesto a hacer nuestra ayuda y cambiar nuestros afectos de modo que ahora no veamos el pecado como algo deseable.
La convicción de pecado y el arrepentimiento son vitales en la vida de un creyente , e incluso es el inicio del camino de la fe para el que viene a Cristo y uno de los elementos del arrepentimiento es precisamente la confesión de nuestros pecados ante Dios con gran dolor en el corazón. Esa es la gran diferencia entre el arrepentimiento verdadero y el remordimiento de conciencia, es que aunque ambos suponen un estado de tristeza, el primero desemboca en un reconocimiento de nuestra culpa delante de Dios y la búsqueda del perdón que viene de Cristo.
David había pecado grandemente contra Dios y en todo el salmo se encuentra haciendo la confesión de su transgresión; sin embargo, más allá de la confesión, el salmista suplica que Dios renueve su corazón y limpie su espíritu a fin de no sentir ningún afecto o deseo hacia el pecado que había cometido.
¿Con cuánta frecuencia anhelamos no volver a pecar? Si solo confesamos nuestros pecados pero no le pedimos a Dios que nos dé un corazón que los aborrezca, entonces nos engañemos a nosotros mismos.
No podemos tener ningún sentimentalismo hacia el pecado, no debe ser motivo de tristeza abandonarlo por completo, todo lo contrario, debemos hacerlo morir por completo en nosotros.
Quiere el Señor llevarnos a un arrepentimiento completo, no sólo a confesar nuestros pecados sino a desear intensamente nunca más volver a pecar de la misma manera.
Pastor y plantador de iglesias en Santa Marta, Colombia, es Licenciado en Artes y Estudios Teológicos del Miami International Seminary (MINTS). Sirve como Director Editorial de Soldados de Jesucristo y como director de la fundación de Estudios Bíblicos Alfa y Omega. Jacobis además es miembro fundador de la Red de iglesias Bíblicas del Caribe Colombiano. Está casado con Keila y es padre De Santiago y Jacobo.