La mirada puesta en la meta
Cuando comienzas a poner demasiada atención en los comentarios negativos (y también en los aduladores excesivos), en los pronósticos del tiempo, en los vaticinios de los ‘gurús’ de la economía global, en las circunstancias por las que atraviesas, en el manejo sensacionalista de los medios de comunicación masivos y en las modas sociales (que hoy están y mañana no), corres el riesgo de distraer tu atención de la meta, ese verdadero propósito por el cual vale la pena vivir.