Victorias donde otros ven derrotas

Que hermoso es vivir la vida sin sufrimiento, dolor, enfermedad, luchas… así la vida sería todo de color de rosa, pareciera un poco ilusorio, porque todos sabemos que en el mundo tenemos también aflicciones, como lo dijo Jesús.  Existe una tendencia en el ser humano de querer lograr el éxito sin sacrificios, alguien dijo una vez: sin sacrificio, no hay victoria. La vida esta llena de obstáculos que tenemos que vencer día a día, si realmente queremos alcanzar nuestro objetivo.

Quiero que veamos que nos enseña la Palabra de Dios en Números 13 y 14 sobre este tema.  Jehová le había dado instrucciones a Moisés para que enviará a 12 espías a reconocer la tierra. Fueron seleccionados un príncipe de cada tribu.

Un enfoque que llevaba a la derrota

Los doce espías fueron y regresaron, reconocieron la tierra, diez de ellos trajeron malas noticias, aunque la tierra era muy buena, estaba bien fortificada y habitada por hombres de guerra entre ellos gigantes, entraron en pánico y temor, le dieron entrada al miedo, la incredulidad embargó sus corazones, se vieron como langostas, fijando sus ojos en sus debilidades, y no el Dios Todopoderoso, quien había realizado un sin números de milagros presenciados por ellos.

El conflicto entre dos pensamientos

Como vimos, el corazón del pueblo pronto desfalleció al escuchar sus palabras, lloraron, gritaron, y dieron lugar a la queja y a la murmuración contra Moisés y Aarón, estaban afligidos a tal grado que desearon la muerte. De forma repentina fueron silenciados por Caled, uno de los príncipes que habían reconocido la tierra, y quien a su vez tenía un espíritu diferente les dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos. Pero los diez espías continuaron en presentar las cosas negativas de la tierra y hablaron mal de ella.

La fe que lleva a la victoria

En números 14:7-9 las palabras de Josué y Caleb fueron contundentes:

y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis.

Tanto Caleb como Josué tenían una perspectiva diferente a la de los diez espías porque ellos habían puesto su fe y confianza en Dios y no en ellos mismos, a pesar de que estos dos jóvenes animaron al pueblo con sus palabras, el pueblo no les hizo caso puesto que las palabras pesimistas de los otros tuvieron mas fuerza y doblaron el corazón del pueblo.

Una palabra para hoy

Que poder tan fuerte tienen nuestras palabras y nuestras actitudes. En estos momentos difíciles como lo que estamos viviendo con esta pandemia del Corona Virus, cuál va ser nuestra actitud, será como la de los diez espías que se enfocaron en sus carencias, quienes transmitiendo un mensaje de derrota hicieron desfallecer el corazón del pueblo o la de Josué y Caleb, cuyas palabras estaban cargadas de esperanza y ánimo; los cuales le creyeron a Dios y vieron a esos gigantes como hormigas, los comeremos como a pan, dijo Josué.

Como consecuencia de su fe en Dios, Josué y Caleb fueron bendecidos por Dios, entraron a la tierra prometida, vencieron a los gigantes, recibieron herencia, ellos y sus hijos; mientras que aquellos diez NO, Dios los hirió con una plaga murieron en el desierto, por incrédulos y desobedientes, como castigo el pueblo vagó por 40 años más, cuando estaban a un paso de conquistar de la ciudad prometida. Gran parte del pueblo tampoco entró a la tierra muriendo en el desierto como los diez espías.

En este pasaje nos enseña que la INCREDULIDAD es como una plaga que contagia rápidamente causando más daño que cualquier enfermedad en el mundo, al infectar nuestras mentes y corazones, nos imposibilita ver actuar al Dios que todo lo puede, asesinando así nuestros sueños. Mientras que, la FE en DIOS nos imparte esperanza en medio de las circunstancias más adversas de la vida, podemos caminar con gozo, creyendo que por más recia que este la tormenta, el capitán por excelencia esta en la barca dirigiendo y teniendo el control de ella, para pronto llevarnos a bonanza.