Receptivo
Una perspectiva transformada de la vida, el trabajo y el liderazgo proviene de abrir nuestras mentes a nuevas ideas. En nuestro caso, estamos buscando la perspectiva de Dios sobre quiénes somos, quién nos ha creado para ser y cómo nos llama a liderar. Confesamos que necesitamos que Él nos muestre cómo encontrar el valor eterno en el trabajo y cómo servir y empoderar a las personas. Necesitamos una nueva perspectiva, una perspectiva superior. Encontrarlo requiere tiempo, atención, humildad y aceptación. Deje que la Palabra y el Espíritu de Dios lo transformen continuamente de adentro hacia afuera.
¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? – Romanos 11: 33-34
Oración:
Señor, no dejes que el orgullo me gobierne. Déjame humildemente buscar y recibir tu sabiduría. Deja que tu palabra se establezca dentro de mí. Sé mi consejero constante y renueva mi mente para tus propósitos. En el nombre de Jesús, amén.
