Luz que viaja
Las preocupaciones de este mundo amenazan con perturbar nuestra paz mental, socavar nuestra confianza en Dios y abrumarnos. Como resultado, podemos encontrarnos cuidando los agravios percibidos, juzgando a los demás y exaltándonos a nosotros mismos en lugar de a Dios. El miedo y el orgullo se infiltran, lo que lleva a una sensación de aislamiento, incluso alienación, de Dios y de los demás. Dios se especializa en sanar corazones rotos, reparar sueños rotos y restaurar relaciones rotas. Se deleita en aliviarnos de lo que nos agobia. Él te ofrece la libertad y la energía renovada que proviene de darle tus cargas. ¿Quieres?
Vuélvete a mí y ten misericordia de mí, porque estoy solo y afligido. Alivia los problemas de mi corazón y líbrame de mi angustia. – Salmo 25: 16-17
Oración: Dios, las cargas del liderazgo son suficientes sin que yo las agregue. Muéstrame lo que necesito dejar para poder avanzar libremente contigo. En el nombre de Jesús, amén.
Con permiso de Lead Like Jesus Ministries