Viviendo el Evangelio Siempre

 

“No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.”

Gálatas 6:9

BOSQUEJO

I. Vivamos el evangelio Siempre con Esperanza.

“No nos cansemos, pues, de hacer bien”

A. El evangelio debe de ser vivido siempre por los portadores de esperanza.

El apóstol hace el llamado de hacer el bien, o de vivir el evangelio siempre. Sin embargo, es bien especifico que este llamado es para el creyente (no Nos) aquel que, por el poder del evangelio, viviendo en el Espíritu es capaz de vivir siempre haciendo el bien, llevando esperanza, porque el encontró esperanza en Cristo. Ya sea de manera espiritual compartiendo el evangelio o ayudando materialmente al que tenga necesidad.

B. El evangelio debe de ser vivido siempre con completa esperanza.

El apóstol introduce una cláusula negativa, no nos cansemos. El termino cansemos se debe de traducir “sin desanimo” El desánimo siempre es lo contrario a la esperanza, no teniendo esperanza en nuestros recursos carnales o ideas. Hacemos siempre el bien a los demás, predicándoles el evangelio o mostrándoles amor, confiados de que abra frutos porque el evangelio tiene poder en sí mismo.

II. Vivamos el evangelio Siempre con Certeza.

“Porque a su tiempo segaremos”

 A. El evangelio debe de ser vivido siempre seguros de que Dios tiene sus tiempos.

El apóstol Pablo ahora en esta sección nos deja ver que tenemos un llamado a hacer siempre el bien, a vivir el evangelio, pero que los resultados, sin duda llegaran, pero no cuando nosotros queramos, sino en el tiempo de Dios (Kairos) la función del creyente es de sembrador y recolector. El sembrador deposita la semilla del evangelio, Dios es secreto hace crecer esa semilla, y nosotros con certeza esperamos que en algún momento Dios hará que de frutos y allí nos corresponde el honor de segar.

B. El evangelio debe de ser vivido siempre seguros de que Dios producirá frutos.

El apóstol ahora agrega algo más a la certeza de que el evangelio dará frutos, no solo que Dios tiene su tiempo, pero que además es poderoso para que la siega sea abundante. Pablo invita a todos a sembrar, a hacer el bien, él tiene certeza que Dios es poderoso para dar frutos en todos los rincones de la tierra donde Dios encuentre sembradores que esparcen en evangelio. Donde estén estos sembradores del bien, allí estará Dios en su tiempo haciéndoles partícipes de su siega.

III. Vivamos el evangelio Siempre con Perseverancia.

“Si no desmayamos”

 A. El evangelio debe de ser vivido siempre sin claudicar.

El apóstol ahora nos presenta una condición en este llamado a hacer el bien. Vivimos con    ánimo, vivimos con certeza, pero además sin claudicar. Confiamos que Dios puede, en su tiempo, pero como sembradores comprometidos, a pesar de no ver el fruto continuamos sin desmallar haciendo el bien, predicando el evangelio, viviendo el evangelio siempre.

B. El evangelio debe de ser vivido siempre o no veremos resultados.

El apóstol al introducir esa cláusula de condición nos deja ver dos cosas, por un lado, el “Si”, si continuamos sin claudicar veremos los frutos buenos y apacibles del evangelio. Sin embargo, hay un aspecto negativo, el “NO” si por otro lado No seguimos y claudicamos no veremos los frutos que Dios pueda producir en la vida de algunas personas que queremos impactar con el evangelio. Quedaremos en la categoría de sembradores, pero no de cosechadores.

Recapitulación:

El apóstol Pablo en esta sección de la carta nos llama a hacer el bien siempre, este bien es sin duda el evangelio. Nos llama a que vivamos el evangelio siempre, con la esperanza de que Dios no en desanimo, sino con esperanza de que el evangelio tiene poder. Pablo también nos llama a que vivamos el evangelio con certeza, de que a su tiempo veremos fruto y con la certeza de que Dios es poderoso de producir fruto en todos los lugares donde haya creyentes viviendo el evangelio. Al final, nos llama a considerar que a pesar del buen ánimo, y de que Dios dará frutos, es posible que algunos por no ser perseverantes desmayen y solo lleguen a ser sembradores del bien, pero no cosechadores de esa siega que Dios produce en su tiempo.

Aplicación:

Hermanos amados, es posible que el día de hoy, o desde hace algún tiempo te sientas desanimado porque de algún modo no vez que el esfuerzo de la iglesia o tuyo propio de compartir y vivir el evangelio este dando resultado. El apóstol Pablo nos ha llamado a recobrar ánimo, que con esperanza continuemos en las labranzas del Señor haciendo bien a todos los hombres, predicándoles el evangelio de todas las formas posibles, recordando que solo somos sembradores del bien y que Dios, solamente Dios da el crecimiento y el determina, solamente el cuándo habrá frutos.

Conclusión:

Amados, si el desánimo nos ha alcanzado en las labranzas de Cristo, tomemos ánimo, considera el tiempo de Dios, él sabe cuándo dará sus frutos. Levántate una vez más, y no te pierdas el enorme honor y bendición de ver como tu trabajo en el Señor da su fruto. Recuerda que debemos de vivir el evangelio siempre con Esperanza, Certeza y Perseverancia.

Dios les bendiga.