Los mandamientos
Dios no da los mandamientos a su pueblo para que ellos los obedezcan y reclamen como recompensa la salvación. El propósito de los mandamientos es hacer que el pueblo de Dios viva de una manera distinta a cómo viven las otras naciones. Dios quería que su pueblo, un pueblo que ahora era libre, viviera conforme a esa libertad. Y en efecto, estar libres no es estar exentos de cumplir la ley.