El regalo de la corrección
La corrección no siempre se siente como un regalo. Dado la actitud equivocada, puede avergonzar y deshonrar a las personas. Pero cuando la corrección se da con preocupación por los demás y en la búsqueda de objetivos mutuos, nos ayuda a evitar errores, corregir errores y mejorar los resultados y las relaciones. Para ponerlo en perspectiva, ¿cuántos de nosotros nos hemos beneficiado personalmente de la corrección amorosa de Dios? Es directo pero compasivo, motivado por el amor y siempre orientado a las soluciones. ¿Cómo podemos transferir esas lecciones a nuestro liderazgo?
Después de que Jesús había entrado, sus discípulos le preguntaron en privado: “¿Por qué no pudimos expulsarlo?” Él respondió: “Este tipo solo puede salir en oración” (Marcos 9: 28-29).
Oración:
Dios, gracias por corregirnos cuando nos desviamos, y por señalarnos en la dirección correcta. Gracias por el ejemplo de Jesús al corregir a los discípulos. Ayúdanos a ser más como Tú en cómo corregimos a los demás. En el nombre de Jesús oramos, amén.