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Estudios Bíblicos

Cuando No es parte del Si

todaynoviembre 19, 2022 101

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Cuando No es parte del Si

Creo que en general, todos los creyentes hemos estado en situaciones en las que deseamos hacer nuestra parte en respuesta a un llamado de Dios. Ya sea al evangelismo, misiones, pastorado o cualquier llamado que el Señor nos haya hecho. Sin embargo, también es cierto que al movernos en obediencia comenzamos a experimentar situaciones por la cual pareciera que No es la voluntad de Dios, tratamos de un lado y se cierran las puertas, del otro y las condiciones cambian y nos impiden hacer lo que ya habíamos determinado.

Es en este tipo de vivencias que tenemos la tendencia a desanimarnos, dudar y de hasta enojarnos por no poder llevar a cabo lo deseado. Sin embargo, pocas veces nos detenemos a considerar que esas puertas cerradas, esas circunstancias que son opuestas, podrían ser parte de un plan mayor de Dios. Pocas veces, nos detenemos a pensar que los No podrían ser parte del Si. Quisiera entonces que miremos esto a la luz de la Palabra en las vivencias del apóstol Pablo. Vaya conmigo a Hechos 16:6-10, léalo, mantenga su Biblia abierta y estudiemos juntos este pasaje.

Contexto

El apóstol Pablo había salido en su segundo viaje misionero para visitar a las iglesias que había plantado en su primer viaje. Este viaje, era de gran importancia para el apóstol ya que llevaba con él la carta que los apóstoles y ancianos de Jerusalén habían enviado a las iglesias gentiles. Después de haber entregado la carta y de haber reclutado a Timoteo, es que Pablo en obediencia a su llamado, decide continuar llevando el evangelio al mundo gentil.

El ambiente que el apóstol ha vivido en la visita, Lucas lo describe como un éxito total:Y al pasar por las ciudades, les entregaban las ordenanzas que habían acordado los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén, para que las guardasen. Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y aumentaban en número cada día”. (Hch 16:4-5).

Nos encontramos ante un viaje exitoso, un grupo motivado y un llamado de llevar el evangelio hasta lo ultimo de la tierra. Es en estas circunstancias que el grupo misionero compuesto por Pablo, Silas y Timoteo continúan su viaje misionero, pero ahora enfrentándose a varios No, que los llevarían a un Gran Si.

I. Los no que llevan al Si

1. Un no antes de empezar

El grupo misionero continua su viaje, después de las visitas a las iglesias, están viajando de oeste a este y pasan las provincias de Frigia y Galacia. Pareciera que para el grupo misionero, sobre todo para Pablo, lo más lógico era ir hacia la región de Asia, posiblemente pensando en Éfeso y toda el área donde estarían ubicadas muchos años después las 7 iglesias del apocalipsis. La región era importante, ricas, pero necesitada del evangelio.

Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones el Espíritu Santo les prohibió hablar la palabra en esa región. Es notorio que no hay falta de comunicación, entre el grupo y el Señor que guía su obra, sin embargo, el No es bien notable. También es notable, por lo menos en el griego, que la forma verbal “Prohibió” expresa la idea de que antes de salir ya el Espíritu les había comunicado que no deberían de ir a Asia, no les prohibió seguir en el camino aunque les dio advertencias claras hacia donde no ir.

2. Un no ya en el lugar

El grupo misionero, sabiendo de antemano la voluntad de Dios, continúo moviéndose hacia el este y no al sur donde estaba Asia, y ahora entrado en el área de Misia, estando frente a Bitinia, otra área importante en ese tiempo, vuelven a hacer otro intento por alcanzar a los perdidos con el evangelio. Pero nuevamente, el Espíritu de Jesús les frena estando ellos frente a esta región. El grupo continúo moviéndose sin un plan, pero al llegar a esa gran región era como lógico que allí podría ser donde Dios deseara que de predicara el evangelio.

En interesante ver, como la mano de Dios dirigía al grupo misionero, les cambia los planes que tenían al salir, les impide entrar a otro lugar cuando hacen nuevamente un plan, pero al final según miraremos Dios sale con Su plan. Creo que es importante notar esa verdad, de nosotros es la obediencia, pero solo el tiene el plan que va a funcionar, y es por eso que muchas veces tenemos No en el camino, pero su gracia es tan grande que convierte nuestros desaciertos para bien.

3. Un si un poco confuso

A esta altura del viaje, el grupo misionero liderado por Pablo ha dejado de un lado Misia, han intentado ir a Asia en el sur, pero les fue prohibido, quisieron ir al Norte a Bitinia, pero no se les permitió, ahora después de dos no consecutivos, Dios les da un plan concreto, aunque un poco confuso por lo menos desde la perspectiva humana. Pablo tiene una visión de un varón Macedonio que clama por ayuda. ¿Qué tipo de ayuda necesitaba? ¿En que ciudad, pueblo o región de Macedonia se encontraba? Esas y muchas otras preguntas siempre vienen a nuestra mente cuando Dios nos habla y es en medio de esto que luchamos muchas veces con Dios.

Sin embargo, seria bueno recordar que Dios nos guia de formas que parecen confusas y que solo por la fe pueden ser seguidas y alcanzadas. Imagínate a Abraham, llamado a dejarlo todo, sin saber a dónde iba, al final fue el padre de la fe. José siendo vendido como esclavo por sus hermanos, al final llegando a ser casi como faraón y salvador de los mismos que lo vendieron, y que del Pablo mismo quien Jesús alcanza en el camino de Damasco, con un llamado a ser instrumento útil, no sabiendo que seria el misionero mas efectivo y el escritor bíblico más prolifero en existir. Todos recibieron dirección no detallada y pienso que solo su actitud los llevo hasta el puerto que Dios había determinado.

II. La actitud para llegar al Si

1. Una actitud de Obediencia

Ahora pensemos un poco en la actitud que tuvo el grupo misionero ante las negativas de Dios y sus métodos de guía que a veces no entendemos o no nos gustan. Salen en obediencia a la gran comisión, sin embargo, desde el primer plan de ir a Asia, se les hace saber que es no era el lugar. ¿Qué hacemos entonces cuando Dios no nos habla claramente? ¿Enojarnos, desanimarnos, claudicar o seguir con una actitud de obediencia? Bueno creo que pocas veces optamos por la ultima opción.

Sin embargo, el grupo misionero continuo su viaje, después de un no, no se desanimaron después de otro no tampoco y al final según leemos, inmediatamente continuaron su viaje, después de recibir la visión, aunque la dirección no era clara continuaron con una actitud de obediencia a Dios.

2. Una actitud de Sacrificio

Es importante notar, que siempre la obediencia tiene un precio. Al venir viajando de oeste hacia el este, prácticamente caminaron según algunos comentaristas por lo menos dos meses. ¿Puedes imaginarte hoy caminar por dos meses, bajo el calor abrazador de aquellos caminos de piedra romanos? Y que, de las noches, es seguro que no siempre encontraron donde dormir cómodamente. Que, del alimento, imposible pensar que comían todos los días y siempre a tiempo lo que el estomago les pedía. Por último, que del dinero para el viaje o de la seguridad del mismo.

Todas estas cosas eran reales y aun lo son cuando Dios nos llama a hacer algo. Es notorio, que este grupo nunca se quejo por las condiciones adversas, por el cansancio, por la alimentación, por el lavado de la ropa, por la falta de un lugar donde dormir o por las limitaciones en los recursos financieros. Kilometro tras kilómetro, día tras día, vemos a un grupo de misioneros con una actitud de sacrificio por la obra del Señor. Jesús lo había dado todo por ellos, ¿no se esperaba que ellos hicieran un poco de esfuerzo por su Señor?

3. Una actitud de Amor

Al final, quisiera que consideremos la actitud de amor por la obra de Dios y por las almas perdidas del equipo. Buscaron desesperadamente ir a compartir el evangelio a Asia, aquella región sin Dios, colmada de idolatría y necesitada de escuchar del sacrificio de Jesús en una cruz. Buscaron ir al norte hacia otra región oscura no menos necesitada del perdón de Dios. Al final no dudaron en salir hacia el este en busca de aquel varón que clamaba por ayuda. Una actitud de amor por la obra de Dios y las almas perdidas que los habían llevado por todas esas regiones, y que los habían mantenido enfocados en la misión.

III. Los resultados después de los No

1. Un nuevo miembro

Ahora al final del estudio, la pregunta es ¿Cuál era el plan de Dios? Echemos un ojo y nos daremos cuenta de que sus planes son más grande que nuestros planes. En primer lugar, debemos notar que el escritor Lucas, refiriéndose al grupo siempre usa “ellos”, pero al salir de Troas usa el “nosotros”. Es la primeva vez que el escritor informa que el estaba en el grupo. Pues bien, Dios llevo a Pablo y el grupo hasta Troas para incorporar a un nuevo miembro en el grupo misionero, quien a la vez seria un gran colaborador hasta los últimos días del ministerio de Pablo (Col 4:14; 2 Tim 4:11) y quien al final Dios usaría para escribir el evangelio mas detallado que tenemos y el único libro de historia de la iglesia que contamos en la Biblia.

2. Una persona clave

Como vimos Dios tiene planes mejores que los nuestros. Al llegar a Filipo Pablo comienza un sábado a compartir el evangelio. Una observación interesante acá es que la visión de un varón Macedonio no fue entendido por Pablo de que debería de buscar a un hombre para predicarle, mas bien era el clamor de aquellas personas necesitadas de Cristo. El Señor guio a Pablo donde estaban unas mujeres orando, había preparado el corazón de una de ellas, Lidia, quien se convirtió y bautizo con toda su casa (Hch 16:13-15) A la postre, Lidia seria una de las personas que mas apoyo el ministerio del apóstol según la tradición.

3. Una iglesia necesaria

Terminando, no podríamos dejar de mencionar a la iglesia que fue establecida en Filipo con la visita del grupo misionero. Pablo llama a esta iglesia “hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía” (Fil 4:1). Dios había guiado su obra, varios no, para luego llevar a un sí, que también permitió la plantación de esta iglesia que una y otra vez apoyaron financieramente el ministerio del apóstol, Pablo les recuerda “Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades” (Fil 4:15-16)

Conclusión

Así que, podemos descansar al saber que Dios tiene sus planes, Dios tiene sus modos de llevarnos hasta el final y que nosotros solo somos embajadores de Jesús en este mundo, que debemos de poner por obediencia en correcta actitud los mandatos del Señor. Podemos entonces aceptar que Dios muchas veces nos da no, queriéndonos llevar a un Si. Muchas veces cierra puertas, para abrir las que el desea. Gloria a él por su guía en nuestras vidas.

 

Jaime Blandón Olivera (95)

Jaime Blandon es oriundo de Nicaragua, misionero plantador de iglesias. Casado con Jacqueline Guzman, con quien a procreado dos hijos: Jaimeline (9) James (8).
Actualmente se desempeña como Director de 516 Now Inc. Posee una licenciatura en Estudios Bíblicos del Rio Grande Bible Institute, MBA con énfasis en desarrollo de Proyectos del EUDE . Actualmente cursa un master en ministerios pastoral en el Midwestern Baptist Theological Seminary.

Es uno de los fundadores de Radio Stereo Resurrección.

Escrito por Jaime Blandón Olivera

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