Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en El fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él. Y Él es antes de todas las cosas, y en Él todas las cosas permanecen. Él es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia; y Él es […]
En su despedida Pablo vuelve a hacer foco en aquello que Timoteo debe tener en cuenta: guardar lo encomendado. Como hemos dicho, una y otra vez Pablo recuerda la CENTRALIDAD del EVANGELIO. Cuando el hombre intenta quitar a Dios del centro todo su conocimiento se vuelve vano, sin sentido, y falso.
Pablo aconseja aquí a Timoteo acerca de cómo relacionarse con los “ricos”, con aquellos que tienen abundancia de posesiones materiales. Lo central es “no poner la esperanza en la incertidumbre de las riquezas”, de lo cual se desprende todo lo demás.