La prosperidad según Dios

Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo y si hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.

 Salmo 1:3

La biblia dice que los bienes que se adquieren de prisa, al final no son de bendición. Esta verdad parece no ser muy potable en una sociedad consumista y materialista que busca el mayor bienestar económico en el menor tiempo posible.

Desde hace algún tiempo este fenómeno de la rápida prosperidad no es sólo un tema de la corriente del mundo, sino incluso dentro de la iglesia. Pretender incitar a alguien con la idea de que dando cierta cantidad de dinero Dios devolverá indefectiblemente cientos de veces multiplicado, hace que no haya diferencia entre quien «ofrenda» de tal manera y los que apuestan diariamente la lotería. Por supuesto, Dios nos manda a ser generoso y dar de lo que producimos, pero no por presion o necesidad, no esperando algo a cambio sino como un gesto de agradecimiento genuino por la obra de gracia en nuestros corazones y para el beneficio de su iglesia.

La prosperidad de Dios siempre es el resultado de un proceso que involucra el abandono de una vida de pecado, la meditación en la Palabra de Dios, el crecimiento espiritual, y una vida de frutos; entonces Dios traerá bendición a la obra de nuestras manos.

También debemos entender que esto no es una receta, que si están todos los ingredientes entonces Dios esta obligado a prosperarnos; mas bien es un proceso que comprende la soberanía de Dios y que permitirá al creyente ser diligente y a la vez responder con madurez espiritual a los desafíos económicos que pudieran presentarse

Jacobis Aldana (160)

Pastor y plantador de iglesias en Santa Marta, Colombia, es Licenciado en Artes y Estudios Teológicos del Miami International Seminary (MINTS). Sirve como Director Editorial de Soldados de Jesucristo y como director de la fundación de Estudios Bíblicos Alfa y Omega. Jacobis además es miembro fundador de la Red de iglesias Bíblicas del Caribe Colombiano. Está casado con Keila y es padre De Santiago y Jacobo.