Sirviendo al Señor pero sin dejar de amarlo

Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor.

Apocalipsis 2:4

¿Es posible que un creyente [o una iglesia] sirvan tanto a Dios que hayan dejado de vivir para él? La respuesta, lamentablemente es: Sí.

Este es el mensaje del Señor Jesucristo a una iglesia trabajadora, con celo por la verdad, con una buena teología, sufrida, paciente e incansable; todo parece indicar que es una iglesia, por demás, ideal. Sin embargo, hay un reproche contra ella; la motivación por la cual hacia todas estas cosas no era precisamente el amor con el que una vez iniciaron, sino una motivación fría, muerta, religiosa y ritualista. La iglesia de Éfeso había dejado atrás su primer amor.

Me temo que lo que sucede a esta iglesia es lo mismo que sucede con muchos creyentes. Gradualmente se entregan al servicio y al trabajo, lo cual es bueno, pero con motivaciones incorrectas. Quizás para ser vistos de los hombres, por motivos egoístas o por una mera costumbre, todo menos un amor genuino y abnegado por el Dios al cual sirven.

Fácilmente podemos caer en la falsa idea de que lo que necesitamos es hacer más cosas olvidándonos de que lo relamente importante es cómo nuestro corazón se involucra en deleitarse en Dios. Es por esto mismo que podemos encontrar personas tan ocupadas en hacer cosas para Dios que se han olvidado del Dios de las cosas. No dejemos que el medio se convierta en un fin, que nos veamos al final con los brazos caidos y alejados de Dios realmente. Que el Señor nos ayude,

Si has llegado a esta condición, Dios te llama a que te arrepientas y hagas las primeras obras (Ap 2:5), que mires al Señor como el que es digno, no sólo de nuestro servicio sino de una entera devoción.

Que nuestra única motivación para nuestro servicio sea una respuesta al inmenso amor que él derramó en nuestros corazones en Cristo Jesús.

Jacobis Aldana (160)

Pastor y plantador de iglesias en Santa Marta, Colombia, es Licenciado en Artes y Estudios Teológicos del Miami International Seminary (MINTS). Sirve como Director Editorial de Soldados de Jesucristo y como director de la fundación de Estudios Bíblicos Alfa y Omega. Jacobis además es miembro fundador de la Red de iglesias Bíblicas del Caribe Colombiano. Está casado con Keila y es padre De Santiago y Jacobo.