Devocional 1 Timoteo 6:1-2

Todos los que están bajo yugo como esclavos, consideren a sus propios amos como dignos de todo honor, para que el nombre de Dios y nuestra doctrina no sean blasfemados. Y los que tienen amos que son creyentes, no les falten el respeto, porque son hermanos, sino sírvanles aún mejor, ya que son creyentes y amados los que se benefician de su servicio. Enseña y predica estos principios.

 1 Timoteo 6:1–2

 Pablo quiere enseñar a Timoteo cuál es su tarea principal en Éfeso: proclamar el Evangelio, defender su pureza de quienes tratan de tergiversarlo y enseñar a la Iglesia cómo vivirlo!

Es necesario procurar defender la pureza doctrinal y la pureza en la vida diaria.

Y por esto es que Pablo hace este pedido a los que sirven a patrones no creyentes (amos, ya que muchos eran esclavos). Qué ustedes son siervos de Cristo sea evidente, en su servicio a sus amos terrenales!!! (Siempre que no signifique desobedecer a Cristo). Y si sus amos son creyentes, aún con mayor honra y respeto, por amor a ellos y al Señor.

El principio es este, el Evangelio es honrado con una fe viviente, con una fe que pone en práctica la Palabra del Señor.

Cuando honramos, cuando amamos, cuando somos fieles en la doctrina y la conducta, cuando servimos, estamos glorificando al Señor y guardando la reputación de la Iglesia y El Evangelio que predicamos.

 

Para pensar

¿Nuestra fe es evidente por nuestro estilo de vida (como dice Santiago)? ¿Recordamos que todo lo hacemos para la gloria del Señor? ¿Recordamos que una vida que obedece sólo es posible a través de una dependencia total y constante de la gracia del Señor Jesús?

 

¡Qué el Señor te bendiga!