Los padecimientos no son el fin de la historia

Ahora pues, no os entristezcais, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros.

Génesis 45:5

Alguna vez seguro ha experimentado ver una película al lado de alguien que la disfrutó antes y luego cuenta cada cosa que va a pasar; molesto, ¿verdad? Pero ¿cómo viviríamos cada día si conociéramos el fin y aún los detalles de la película de nuestra vida?
La historia de José es una obra de arte de la narración antigua. Se trata de un relato vívido de un hombre que padece desde su juventud en su familia, luego como esclavo y hasta en una cárcel, pero que al final termina, soberanamente, convertido en gobernador de él imperio Egipcio. Después de haber probado a sus hermanos, los cuales le habian vendido y sin poder ellos reconocerles por causa del paso de los años y lo imposible que resultaba creer semejante cosa, José se descubre ante ellos, y que momento tan emotivo.

Es increíble la manera en que Dios usa los padecimientos para llevar a cabo sus propósitos. José entendía eso perfectamente. Después de muchos años de sufrir, comprendió que era Dios quien había preparado todo para salvar de la muerte y la extinción, precisamente a sus hermanos que le habían hecho tanto mal. ¿Suena familiar? Pues es exactamente la manera en que nuestro Salvador fue llevado a la Cruz, precisamente para luego ser exhaltado a la gloria, e interceder por nosotros, quienes no lo estimábamos, y librarnos de la muerte.

Esto debería animarnos en medio de nuestros padecimientos diarios. Dios es soberano y lo que hoy parece sufrimiento, pueden ser sólo los pequeños accidentes del camino que nos llevará a la Gloria. A los que aman a Dios, todas las.cosas ayudan para bien (Rom 8:27).

Jacobis Aldana (138)

Pastor y plantador de iglesias en Santa Marta, Colombia, es Licenciado en Artes y Estudios Teológicos del Miami International Seminary (MINTS). Sirve como Director Editorial de Soldados de Jesucristo y como director de la fundación de Estudios Bíblicos Alfa y Omega. Jacobis además es miembro fundador de la Red de iglesias Bíblicas del Caribe Colombiano. Está casado con Keila y es padre De Santiago y Jacobo.