La gran ganancia de vivir en contentamiento

Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.

1 Timoteo 6:7-8

Me gusta ver jugar a mis hijos, son pequeños aún y no se ven muy preocupados por las cosas que tienen o no, aunque a veces sus deseos son caprichosos, pueden entender muy bien cuando puede cumplirlos y cuándo no. Es una dicha vivir con tal despreocupación, aunque soy consciente que no durará mucho,

Pero no solo los niños pueden llegar a vivir de tal manera. Es una cuestión de perspectiva, de en qué tenemos puesta nuestra mirada y desde donde estamos viendo el vaso. Es a esta actitud de confianza y quietud en las cosas que Dios provee para nosotros a lo que la biblia llama contentamiento.

No es mediocridad, no es conformismo y tampoco es falta de diligencia; no, se trata de una actitud espiritual que proviene de nuestro entendimiento de que Dios nos da justo lo que necesitamos para cada día.

El contentamiento es muy útil para la vida cristiana. Las personas con contentamiento no son esclavas de la ansiedad, el afán o la preocupación desmedida por el futuro. Las personas con contentamiento tampoco viven apegadas a un pasado que pudo ser más prometedor y las personas con contentamiento pueden sobrellevar con resignación piadosa los infortunios de la vida.

El contentamiento descansa en dos hechos básicamente, el primero es que nada hemos traído a este mundo, todo lo hemos recibido por gracia. Tal vez dirás, si no trabajo no puedo obtener nada y eso es cierto, pero el solo hecho de que puedas trabajar ya es una ganancia, algo que tienes por gracia. El otro aspecto tiene que ver con el futuro, el contentamiento descansa también en la certeza de que este mundo pasa, que todo al final quedará a disposición de otros y nada podemos llevar más allá de la muerte.

Vivir de esta manera nos ayuda a ser más sabios en nuestra economía y al mismo tiempo nos permite disfrutar de la gracia provista por nuestro Dios. Un viaje, un buen pedazo de pastel, un atardecer frente al mar, una buena cena en un restaurante; todas estas cosas se disfrutan mejor cuando hay contentamiento, sabemos que es Dios quien está proveyendo cada momento y cada cosa en nuestra vida.

Pero también el contentamiento nos ayuda a mantenernos sobrios cuando las cosas no salen tan bien para nosotros, cuando la economía no es tan buena y cuando vamos al límite; somos agradecidos en estas circunstancias porque descansamos en un Dios soberano que controla todas las cosas según el designio de su voluntad.

El contentamiento es gran ganancia por punta y punta.

Deja de quejarte por lo que no tienes y más bien agradece a Dios por lo que sí tienes. Pensar en lo primero trae amargura, pero una actitud de agradecimiento trae gozo, que como dijimos es de gran ganancia.

• Para meditar y profundizar: Mateo 6:25-34