Cristo en el libro de Josué

Buenas, soy Michael Bell nuevamente con el reto de VCL. Aprendiendo de memoria un versículo cristológico de cada uno de los 66 libros de la Biblia. Y ahora estamos en el libro de Josué 11:23:

“Tomó pues Josué toda la tierra conforme a todo lo que Jehová había dicho a Moisés. Y la entrego Josué a los israelitas conforme a su distribución según sus tribus. Y la tierra descansó de la guerra”.

La pregunta normal es: ¿qué tiene que ver esto con Jesús? Bueno, vamos a comenzar con el nombre Josué. Josué era el sucesor de Moisés, como bien sabemos. Resulta que este nombre es Jesús, el mismo nombre en otro idioma. En Arameo se hubiese pronunciado “Josúa”, en Griego se pronuncia “Jesús”, en Hebreo lo pronunciamos “Josué”.

¿Qué pasa? Bueno, mi nombre es Michael en inglés, en español Miguel, en francés Michel, en ruso Mijail, varias pronunciaciones, la misma persona, el mismo nombre, el entorno lingüístico diferente, pero sólo eso. Y entonces podemos decir, sin lugar a duda, que el sucesor de Moisés es Jesús, sólo que lo llamamos Josué. Ahora, eso no es negar que viene un Jesús después de Josué, Jesús de Nazaret, que es un Josué por excelencia. Un sucesor superior a este sucesor, pero en la primera instancia Josué es el sucesor de Moisés, un profeta como él, según Deuteronomio 18:15:

Si vemos, por ejemplo, el maná había sido una señal de Liderazgo de Moisés.  Después de que muere, ese maná sigue en el rosillo por la mañana, porque ahora Josué viene en ese mismo espíritu, terminando, llevando a cabo toda la obra que había comenzado en Moisés. Quizás el mejor ejemplo lo vemos cuando cruzan el río Jordán. Moisés les había bautizado, porque ese es el término que usa Pablo en 1 Corintios 10, había bautizado al pueblo de Israel en el Mar Rojo cuando le sacó de su esclavitud para que entraran en un peregrinaje por el desierto.

Y ahora viene Josué con otro bautismo superior al otro y dice, “Ahora les voy a introducir a la tierra prometida. No serán ni esclavos ni nómadas, sino que ahora recibirán su hogar, su herencia.” Y eso es lo que sucede en Nuevo Testamento, Juan el Bautista bautizando en el río Jordán. Él dice, “Mira, lo que yo estoy haciendo es imprescindible, tiene que arrepentirse de sus pecados. Tiene que recibir el bautismo por agua, pero después de mí viene alguien con un bautismo superior al mío, él les bautizará con espíritu y con fuego.” Porque una cosa es arrepentirse de los pecados de uno, pero otra cosa es recibir el poder del Espíritu Santo para sobrellevar el pecado, para realmente ser libres del pecado y poder cumplir con los justos juicios de nuestro Señor.

También dice nuestro versículo dice que Josué entrega toda la tierra por herencia a los israelitas, y esto parece una exageración porque en verdad vemos que varias tribus no recibieron su herencia y que muchas de las naciones de los cananeos siguieron en pie cuando muere Josué. ¿por qué lo dice de esta forma? Para hacernos ver que Josué cumplió con su parte. Él de verdad lideró al pueblo de Israel en el campo de batalla. Él por suerte distribuyó todos los terrenos a las 12 tribus que iban a heredar. Y el hecho de que algunas tribus no fueron obedientes, que fueron cobardes, que no se hayan apoderado de su herencia, eso no es culpa de Josué.

Casualmente esto también lo vemos en el Señor Jesucristo. Jesús muere en la cruz por los pecados de todo el mundo y los que reciben ese beneficio, los que reciben esa herencia en Jesús son los que creen en Él, se apoderan de Él por fe, y por obediencia reciben la herencia que Jesús tiene para su pueblo.

Ahora, otra aparente exageración es que la tierra descansó de la guerra. Cuando uno lee el libro de Josué y después el libro de Jueces se da cuenta que hay mucha guerra todavía. Y quizás esta paz fue muy breve en los tiempos de Josué, pero no fue una paz duradera. ¿Por qué habla así este versículo? Bueno, para darnos a entender que viene otro Jesús, otro Josué, que sí va a traer con sí una paz duradera y es el príncipe de paz.

Ahora, en el primer advenimiento vemos a los ángeles anunciando que viene paz en la tierra a través de este Jesús que está naciendo en Belén, pero vemos en nuestro derredor que no hay paz en este mundo. Pero en la segunda venida, Jesús viene en poder y gran gloria para establecer paz en la tierra. Una paz duradera, él se sentará en el trono de su padre David y reinará.

Ahora, si Jesús está en cada página de la Biblia, ¿no debería estar en cada página de nuestra vida también?