Deuteronomio
Todos somos susceptibles a olvidar los mandatos de Dios y por eso somos llamados a recordarlos continuamente. Aunque Israel había visto la gloria de Dios en el desierto por muchos años, aquí Dios los está convocando de nuevo para que puedan recordar y escuchar su ley de modo que pudiera estar fresca en sus mentes y pudiera ser el impulso para su obediencia.